El destino del Atlético Bucaramanga: ¿Un club olvidado?

Óscar Álvarez, el máximo accionista quien ha estado al mando de la institución durante 11 años, se encuentra actualmente inmerso en su campaña política para convertirse en alcalde del municipio de Ocaña, en el departamento de Norte de Santander.

Hacer esta afirmación es difícil para los aproximadamente 3.000 seguidores incondicionales del equipo que siempre asisten al estadio Alfonso López, pero es una realidad que al resto del mundo parece no importarle. En los últimos 5 años, el 'Leopardo' ha tenido 16 entrenadores, un récord negativo a nivel nacional.

En la actual Liga BetPlay II de 2023 en el fútbol colombiano, el club solo ha sumado 17 puntos en 15 partidos jugados, lo que indica una crisis de resultados con siete encuentros consecutivos sin victorias y una posible eliminación en el horizonte.

La falta de un proyecto sólido, fichajes de renombre, desarrollo de las divisiones juveniles y conexión con la ciudad son claros indicios de que carece de una dirección clara.

El Gobierno Local tampoco parece estar dispuesto a intervenir en favor del equipo, argumentando que se trata de una entidad privada a la que no pueden asignar recursos públicos, una afirmación cierta. Sin embargo, es necesario plantearse si hay algo que se pueda hacer para enderezar el rumbo.

Recuerdo a los vecinos del Cúcuta Deportivo que, con el apoyo del mandatario de la época, lograron ser campeones en 2006 y disputar instancias finales de la Copa Libertadores.

Esa misma estrella también debería brillar para el Atlético Bucaramanga, pero en sus 74 años de historia, no ha logrado ese éxito, siendo el único de los equipos tradicionales de la División Mayor del Fútbol Colombiano que aún no ha celebrado un campeonato.

¿Y los aficionados? Si bien expresan su frustración en las redes sociales, exigen cambios en la directiva y organizan manifestaciones, la realidad es que la presión ejercida no parece ser suficiente para desencadenar acciones concretas.

Si esta situación se viviera en otro país, como Argentina, en donde el fútbol es una pasión y una parte fundamental de la vida diaria, Chacarita, Huracán, All Boys, Racing, Independiente, entre otros, ya habrían experimentado algún cambio significativo.

El 4 de marzo de 1999, Racing (Argentina) quebró y estuvo al borde de la desaparición. Un fallo de la justicia había decretado que no podía seguir participando en el campeonato local. El 7 de marzo, de ese mismo año, con el equipo sin poder jugar, los fanáticos llenaron su estadio, el Cilindro de Avellaneda, e hicieron una demostración de fidelidad que impactó al fútbol mundial con más de 30 mil almas. Todo eso funcionó: el fallo se revirtió y el 7 de marzo quedó oficializado como el Día del Hincha de Racing.

Es hora de preguntarnos: ¿Realmente nos importa el Atlético Bucaramanga o simplemente lo tenemos allí, en un rincón de nuestro corazón, sin tomar medidas concretas para cambiar su destino?

Te invito a dejar tu opinión en los comentarios y entre todos poner un granito de arena para realzar y sacar adelante al club de la región.

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